MACRI ES CORRUPCIÓN

MACRI ES CORRUPCIÓN

Mucho se habla de la corrupción existente del sector público pero resulta sospechoso el silencio sepulcral que guardan los medios y gran parte del arco político ante la exorbitante corrupción del sector privado. Un botón de muestra es la reciente detección de 4040 cuentas bancarias de empresas argentinas en HSBC de Suiza, entre las que se encuentra la fortuna de Fortabat, gestionada por Alfonso Prat Gay, economista estrella del PRO de Mauricio Macri. De este último nos ocuparemos en este artículo.

El candidato a presidente antes mencionado posee el récord de 214 causas en la justicia desde su asunción como jefe de gobierno porteño, por «estafa y asociación ilícita», «abuso de autoridad y violación de deberes de funcionario público», «enriquecimiento ilícito», «falsificación de documentos públicos», «amenazas y abandono de personas», entre otras. Pero vamos a ir más atrás, indagaremos acerca de los tiempos aquellos en los que asociado a su padre Franco, Mauricio Macri se desempeñaba como “exitoso empresario”.

En 1975 los Macri poseían siete empresas y al concluir la dictadura cívico-militar tenían cuarenta y seis. La familia es parte de lo que se conoce como la “Patria Contratista”, que generó fabulosas ganancias sucias a partir de negociados con el Estado, al que poco a poco fue exprimiendo.

En los tiempos oscuros de la dictadura, los Macri no realizaron denuncias porque no le incomodó que el Estado fuera «intervencionista» ya que venía a beneficiar a la iniciativa privada que salió airosa, ya que sus deudas serían pagadas por todos los argentinos.

Para ello, en 1982, el gobierno de facto decide estatizar la deuda privada de cientas de empresas. Dice Noberto Galasso, el historiador revisionista, que cuando los liberales estatizan es peor que cuando provitizan, veremos por qué.

Contraída por bancos y compañías de primer nivel, la deuda privada rondaba, aproximadamente, los 15 mil millones de dólares y fue transferida al Estado en dos oportunidades. La primera ocurrió en 1981/82 durante la gestión de Sigaut, Dagnino Pastore y Wehbe como Ministros de Economía y de Gómez, Ianella, Domingo Cavallo y González del Solar como Presidentes del Banco Central (BCRA). La segunda estatización se produjo en 1985 cuando el Estado asumió el total de la deuda externa privada, y con la disposición del Gobierno de atender con títulos oficiales o del Banco Central todos los compromisos financieros públicos y privados que vencieran antes del 31 de Diciembre. Así se cumplió con uno de los requisitos planteados por la banca acreedora y el FMI a los negociadores argentinos en un proceso que fue llevado a cabo por Juan V. Sourrille, como Ministro de Economía y José Machinea, Presidente del Bco. Central (aquel gerente de Finanzas Públicas del Banco Central de Martínez de Hoz), aumentado la deuda de 46.200 a 65.300 millones de dólares. El perjuicio que las compañías asociadas a la dictadura ocasionaron al Estado operó a través del “seguro de cambio», incluso en años de democracia.

¿Cómo fue posible que los privados transfirieran sus pasivos en el exterior a las cuentas públicas? Lo que se conoce como “seguro de cambio”, puesto en marcha durante la gestión de Domingo Cavallo al frente del Banco Central, fue una garantía por la cual, en medio de un proceso de devaluación continuo, el Estado garantizaba a las empresas que en el momento en que tuvieran que pagar deudas les otorgaría dólares al mismo valor del momento en que el crédito había sido contraído. Por ejemplo si debían 10 mil dólares a un valor de 10 pesos por dólar, cuando llegara el momento de abonarla, -en 3 años o más- el deudor sólo abonaría los 10 mil dólares a 10 pesos el dólar, la diferencia en caso de un aumento del dólar lo absorbería el Estado, es decir se pagaba con fondos del pueblo. Es decir se transfirió la deuda privada a la sociedad Argentina. Fue un antecedente de la pesificación de deudas al uno a uno: el Estado pagaba el dólar a su precio real mientras las empresas lo compraban a un precio varias veces inferior. Para esto, las empresas debían declarar sus pasivos al Banco Central.

¿Y Macri? Junto al resto de los grupos económicos, se apresuró a hacerlo. Las empresas del Grupo Macri, SOCMA, SEVEL y SIDECO se beneficiaron con la licuación ilegal de los pasivos empresarios, medida por la cual habían hecho un intenso lobby. Como se mencionó, esa estatización de la deuda externa privada, permitió que la deuda que las empresas tenían por haber pedido dólares a la banca internacional, pasase a ser considerada como deuda externa pública, es decir de todos. Los Macri fueron uno de los grupos económicos más beneficiados con las siguientes cifras astronómicas:

SEVEL: U$S 124.000.000

SIDECO: U$S 61.000.000

SOCMA: U$S 27.000.000

Total: 212 millones de dólares, según estimaciones conservadoras.

Claudio Lozano, economista, titular del Centro de Estudios de la CTA, sostiene que “importantes empresas controladas y/o vinculadas al Grupo [Macri] (Sideco Americana, Pluspetrol, Socma, Dragados y Obras Portuarias, R.S.Z. y A. Producciones, Iecsa y Manliba) acumulaban un endeudamiento con el exterior cercano a los 180 millones de dólares, que fue transferido a la sociedad a través de los seguros de cambio”.

Cuando en 1984, bajo la conducción del Ministro de Economía Bernardo Grinspun que había ordenando auditar la deuda externa con el fin de declararla su nulidad por su ilegitimidad, un grupo de investigación y auditoría formado por el titular del Banco Central, García Vázquez, intentó comprobar la veracidad de las deudas declaradas por las empresas, se encontró que los bancos extranjeros que supuestamente habían otorgado los préstamos en muchos casos ni siquiera conocían a las empresas que se habían presentado ante el Banco Central reclamando dólares para pagar esos créditos. Además, pudieron encontrar que había créditos tomados en el exterior que eran en realidad autopréstamos y en otros casos el destino de los fondos muchas veces no estaba dirigido a inversiones argentinas sino a paraísos fiscales. La investigación fracasa por falta de voluntad política y presiones externas e internas y sus impulsores son desplazados de sus cargos.

En 1986, el actual asesor económico del PRO, Carlos Melconian, ocupaba el cargo de Jefe del Departamento de Deuda Externa del Banco Central. Allí, firmó y envió al directorio de la entidad el informe 480/161, donde se pedía anular la investigación de la deuda privada contraída en el exterior a principios de los ochenta. Sin embargo, esa deuda contaba con observaciones por «créditos fraudulentos y de dudosa legalidad», realizadas por un equipo de 20 auditores creado en 1984 con el fin de «investigar maniobras dolosas al Estado por parte de privados, valuadas en, por lo menos, más de 6.000 millones de dólares».

En la siguiente entrevista de 2003, Jorge Lanata desenmascara a Melconian sobre su actuación en contra de los intereses del país y su injustificable corrupción:

¿Cuáles eran las maniobras especulativas y corruptas que realizaba Macri?

En 2009, los auditores Miguel Ángel Espeche Gil, Julio Carlos González, Graciela González y Néstor Forero, a cargo de la causa Olmos II -que investiga la deuda externa originada entre 1981 y 1987- presentaron un documento en donde se detallaban las maniobras fraudulentas que realizaron entre 1981 y 1983 más de quinientas empresas, con deudas de entre 4 y 1000 millones de dólares que «se beneficiaron del erario público, afectando la vida y dignidad del pueblo argentino y produciendo un estrago social». Esta causa judicial continuó la iniciada por Alejandro Olmos, denunciante histórico del endeudamiento, en la que el juez Ballestero declaró a la deuda de la dictadura como “ilegal, inmoral, ilegítima y fraudulenta”.

Entre las cientas de empresas denunciadas, se puede distinguir la presencia de la firma Sideco Americana S.A, de Macri, denunciada por la maniobra de «autopréstamos». El concepto fue detallado en un informe de auditores ante el juez:

«La maniobra consistía en la colocación de fondos propios en plazos fijos en el exterior, recibiendo como contrapartida un préstamo de la misma entidad bancaria, sirviendo el plazo fijo como garantía a estos créditos. Los plazos fijos en el exterior no se informaban al BCRA, en muchos casos, estos plazos fijos tampoco figuraban en los libros y balances de las sociedades, tal como surge de la investigación.”

La aplicación del mecanismo de seguro de cambio liberó a las empresas que utilizaron los autopréstamos de sus fondos externos y haciéndose cargo del Estado del pasivo declarado en al país», explicaba el informe presentado ante el juzgado, en el que además se solicitó la declaración testimonial de Melconian por su «falta de criterio y arbitrariedad» a la hora de decidir a qué empresa quitarle la deuda y a cuál investigar «a fondo».

Además del escándalo de corrupción que significa haberle hecho pagar a toda la sociedad en su conjunto, Macri continuó con sus negociados en los ’90. Entre otros, puede mencionarse que:

  • Con la llegada del menemismo, Macri logra jugosas concesiones y contratos con el Estado convirtiéndose en uno de los grupos económicos más poderosos del país, mientras el patrimonio nacional era destruido, sus riquezas saqueadas y millones perdían sus puestos de trabajo y eran condenados a la miseria.
  • En cuanto a la evasión, puede citarse el caso de que, según la DGI, Sevel evadió unos 55 millones de pesos del 93 al 95 durante la presidencia de Mauricio Macri en la empresa. En 1993 Sevel de Argentina exportaba autopartes a Sevel Uruguay, lo que le permitía cobrar reintegros por exportaciones. Pero, a su vez, esas piezas, eran ensambladas allí y luego importadas a la Argentina en forma de automóviles terminados. De este modo, Sevel cobraba reembolsos por exportaciones y realizaba las importaciones con un arancel diferencial del 2 por ciento. Un cálculo aproximado realizado por los investigadores concluyó que el monto de lo percibido como reintegro sólo en 1993 asciende a unos 7 millones de pesos. Se estima que estas exportaciones continuaron hasta 1995.
  • Uno de los contratos de Macri más escandalosos durante las privatizaciones es la del Correo, que se convertiría en la primera revisada por el gobierno de Néstor Kirchner. Los informes recuerdan un dictamen de la Auditoría General de la Nación del 5 de septiembre de 2002 que indica que “Correo Argentino S.A. adeudaba a esa fecha el pago del canon correspondiente a 4 semestres e incumple con las inversiones y las obligaciones previsionales y sociales, redondeando una deuda de unos 207 millones de pesos”. El estudio de Claudio Lozano detalla otras irregularidades, entre las que se destaca “la reducción del plantel de trabajadores en más de 10.000 personas con la particularidad que el costo de tales retiros (casi 100 millones de pesos) fue considerado como una inversión de la empresa”.

De la Patria Contratista a la Patria Licuadora

En 2002, la pesificación de las deudas de las grandes empresas privadas, la mayoría de las cuales ya habían trasladado sus activos financieros al exterior, fue una de las primeras medidas de Eduardo Duhalde como Presidente de la Nación. Claudio Lozano señala que algunas empresas del Grupo Macri (Correo Argentino, Sideco y Socma) resultaron favorecidas por el proceso. “La transferencia de ingresos desde el conjunto de la sociedad argentina hacia estas tres compañías que integran el grupo fue del orden de los 200 millones de dólares”, señala en su informe.

La medida de Duhalde, en favor de las empresas privadas y en detrimento del conjunto de la sociedad argentina que absorvería a duras penas las deudas pesificadas, se hizo efectiva a través del Decreto N° 214/2002, que en su Artículo 1° establece que “A partir de la fecha del presente Decreto quedan transformadas a PESOS todas las obligaciones de dar sumas de dinero, de cualquier causa u origen —judiciales o extrajudiciales — expresadas en DOLARES ESTADOUNIDENSES, u otras monedas extranjeras, existentes a la sanción de la Ley N° 25.561 y que no se encontrasen ya convertidas a PESOS.”

En conclusión

“No hay que marearse con los discursos de eficiencia, porque la trayectoria del Grupo [Macri] demuestra que no hubo ni innovación ni riesgo, sino la coptación sistemática del Estado. La candidatura de Macri busca llevar esto al máximo, diluyendo totalmente los límites entre lo público y lo privado”, decía Lozano cuando Mauricio Macri lanzaba su candidatura a jefe de gobierno porteño, palabras que hoy se trasladan a su candidatura presidencial.

Mauricio Macri es el auténtico ladrón de guantes blancos y discurso vacío que viene a ejecutar los planes del capital financiero internacional bajo la consigna de un “cambio”. Su historia plagada de corrupción destruye los espejismos de “transparencia” y evidencia su brutal hipocresía al hablar de «combatir contra la corrupción». Las deudas de Macri han sido y siguen siendo pagadas por el conjunto de la sociedad.

No podemos permitir que este personaje y su séquito de criminales se haga del poder y nuevamente cargue a cada habitante laborioso de nuestra hermosa tierra con las consecuencias de una crisis inducida en beneficio de sus bolsillos y de los grandes poderes económicos.

#YoVotoScioli

Fuentes:

Claudio Lozano, economista, titular del Centro de Estudios de la CTA , “Concentración Económica Riesgo Democrático”, mayo de 2003.

Alejandro Olmos, “Todo lo que usted quiso saber sobre la deuda externa y siempre se lo ocultaron”

Norberto Galasso “De la Banca Baring al FMI. Historia de la deuda externa argentina”

http://tiempo.infonews.com/nota/20790/socma-y-sevel-entre-mas-de-70-firmas-beneficiadas-por-la-dictadura-militar

www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-21474-2003-06-16.html

http://www.lanacion.com.ar/53408-procesan-a-mauricio-macri-por-contrabando

http://www.eldestapeweb.com/melconian-y-la-estatizacion-una-millonaria-deuda-dolares-que-favorecio-los-macri-n9614

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