Malvinas: el ideario liberal como la colonización pedagógica – Por Emmanuel Bonforti

En un abordaje epistemológico, el autor explica como el liberalismo justifica «la autodeterminación» de las Islas Malvinas. Esto es, la amputación de la soberanía argentina.

El año pasado Theresa May, la conservadora primera ministra británica, volvía a la carga con un concepto tan sensible como ideologizado: el respeto a la autodeterminación de los kelpers. May intenta clausurar cualquier discusión en torno a la soberanía Argentina con respecto a las Islas.

En un contexto de seducción y apertura May consideraba que Argentina y Reino Unido pueden trabajar juntos sin necesidad de tratar el tema de la soberanía, argumentaba la idea de cooperación fundamentalmente desde una óptica comercial pero también «humanitaria» que involucraba el reconocimiento por parte de los familiares de los héroes muertos en combate. May sostenía que los ocupantes siempre están listos para «ayudar» pero son fieros en la defensa de la autodeterminación.

A primera vista pareciera que las autoridades británicas se muestran democráticas y tolerantes sobre todo en el terreno comercial y acuden a la autodeterminación como un posicionamiento de objetividad en materia de política internacional, exhibiéndose como respetuosos de las decisiones de los ocupantes quienes a su vez se autoperciben como víctimas de un conflicto irresuelto a nivel internacional.

De ahí que los ocupantes manifestaron su repudio a los reclamos soberanos en diferentes instancias internacionales a pesar de la «hoja de ruta» que iniciaron ambos gobiernos desde 2016. Entre los más acalorados interlocutores de «la autodeterminación» imperial aparece Mike Summers miembro de lo que se conoce como la asamblea legislativa, forma de gobierno del régimen de ocupación. Sin embargo es de destacar que durante estos años Argentina ha tenido un fuerte respaldo en el Comité de Descolonización de Naciones Unidas de Bolivia, Chile, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela.
Summers en diferentes intervenciones, muchas reproducidas en medios argentinos argumenta sobre la autonomía de las autoridades ocupantes del archipiélago y éstas son las que deciden sobre la política de inmigración y los requisitos del visado.

El liberalismo que en Latinoamérica se trasfiguró en imperialismo suele caer en la tentación iluminista de la tabla rasa y considerar que la «historia» comienza con su llegada, de esta manera omite la Resolución 1514 (XV) del Comité de Descolonización de ONU que hace referencia al quebrantamiento de la unidad nacional y la integridad territorial en la Cuestión Malvinas. En este sentido es difícil pensar el tema de la autodeterminación cuando el imperio decidió expulsar a la población originaria de la isla vulnerando la integridad territorial de Argentina.

Lo que alarma seriamente es la posición que tiene el periodismo argentino en general en torno a la idea de autodeterminación expresada de manera artificial por parte de los ocupantes ilegales. En este punto la autodeterminación no es más que un atajo ideológico para naturalizar una situación de colonización directa por parte del Imperio. Parafraseando a Marx y Engels, la ideología en una de sus acepciones es el conjunto de ideas y valores de una sociedad en un momento histórico determinado pero también expresa los intereses de la clase que domina. Los teóricos del socialismo cuando escribieron la Ideología Alemana analizaban el conflicto social en relación al enfrentamiento burguesía proletariado en el período del liberalismo librecambista, es decir, apenas fueron testigos de los primeros movimientos del capitalismo en su fase imperialista, situación que seguramente los hubiera hecho replantear acerca de la construcción valores que expresan las clases dominantes en los países dependientes, éstas en Latinoamerica utilizaron a los medios de comunicación a través de la colonización pedagógica para la construcción de un conjunto de valores e ideas que expresan los intereses de las clases antinacionales.

Antecedentes liberales en relación a la autodeterminación

Pero la autodeterminación de tinte liberal tan naturalizada por los comunicadores también tiene un anclaje real, producto de ser un concepto en disputa solo se trata de reconocer a su interlocutor. De esta manera y hurgando en referencias históricas, se observa como una de las primeras veces en utilizar la palabra autodeterminación fue en la Carta de Derechos o Declaración de Derechos redactada por el parlamento británico en 1689, si bien el texto en la realidad británica fue letra muerta y sirvió para derribar ciertos resabios feudales y empoderar a la burguesía en ascenso con aspiraciones parlamentarias, el texto fue de vital importancia en futuras gestas emancipatorias como la Declaración de Derechos de Virginia antecedente cercano a la declaración de independencia de los Estados Unidos. El contenido está orientado a la revalorización de las libertades individuales tratando de restringir los privilegios de la sociedad feudal, el contractualismo británico utilizó este marco teórico y fue la pata política de la Revolución Industrial y asimismo el antecedente del imperialismo.

Estos pronunciamientos dan cuenta de movimientos de carácter sajón imposibles de adaptarlos a la realidad latina, sin embargo la debilidad de la prensa liberal por la autodeterminación encuentra su anclaje en este uso del concepto, que al fin al cabo forma parte del comercio espiritual en los países dependientes, es decir, no solo la incorporación de conocimientos importados, sino que estos son herramientas ideológicas para una dominación cultural mucho más profunda e imperceptible. La libertad que emana de la autodeterminación sajona aparece y es reproducida por la prensa como un objeto deificado e inalterable sin historia ni procedencia.

Autodeterminación empancipatoria y Malvinas

Las naciones semicoloniales en su búsqueda de autoconocimiento han discutido categorías importadas que los llevaron a reconocer y resignificar determinados fenómenos, uno de estos fue la cuestión del nacionalismo, es así que diferentes autores ubicados en la matriz del pensamiento nacional y latinoamericano reconocieron la existencia de un nacionalismo agresivo y expansivo relacionado fundamentalmente con las naciones del norte, mientras que en los países dependientes vitalizaron la idea de nacionalismo defensivo, movimiento que pugna por la realización de tareas nacionales,  emancipatorias y democráticas.
Si los conceptos son un espacio de disputa teórica e ideológica, la autodeterminación no debería ser una bandera únicamente del invasor, en los países semicoloniales la autodeterminación tendría que ser una expresión sagrada que implique reconocimiento de las fortalezas y debilidades del devenir histórico de la Nación.

En nuestro caso un intento de conceptualizar la autodeterminación fue el Modelo Argentino para el Proyecto Nacional documento central dentro de la obra peronista. La autodeterminación en este sentido resume la necesidad de un país oprimido en transitar el sendero de la liberación, desde el plano de la economía, de la política, la cultura, la ciencia, la tecnología, los recursos naturales, las fuerzas armadas. El proyecto autodeterminativo de un país soberano fija su lugar y sus aliados en política internacional, conlleva una dimensión geopolítica, donde la realización de esa autodeterminación se logra a través de la recuperación del lazo unionista con el resto de los países latinoamericanos y de aquellos regiones del mundo afectados por el accionar imperialista. Esta autodeterminación implica una relación directa entre los diferentes actores sociales que integran el tejido comunitario, poniendo a las Fuerzas Armadas al servicio de la liberación, con el movimiento obrero y con sectores del empresariado nacional en un lugar central en el proceso productivo y promoviendo sobre todo el sentir cultural cercano al devenir histórico de la región.

Discutir la autodeterminación de los países dependientes necesariamente involucra la Cuestión Malvinas ya que sin un Proyecto Nacional que contemple un desarrolló autónomo la autodeterminación será la bandera de papel del invasor, los medios liberales funcionan como el guardaespaldas ideológicos en los períodos en que no se discute sobre la soberanía, en esos momentos es la cultura la que debe impulsar el debate sobre la autodeterminación emancipatoria.

Emmanuel Bonforti es Sociólogo y docente

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