Malvinas: revisar los “acuerdos” es una política soberana – Por Juan Francisco Natalizio

Fuente: Megáfon UNLa

“En estos años el gobierno se ocupó mucho de hacer comercio con el Reino Unido sobre las Islas Malvinas y olvidó nuestra soberanía, yo quiero que nosotros volvamos a reivindicar la soberanía sobre nuestras Islas Malvinas y ese es mi compromiso. Allí quedaro\nn más de 600 soldados que dieron la vida por la soberanía argentina, en memoria de esos soldados y respeto de todos ellos me voy a ocupar que las cosas sean distintas”, dijo el candidato a presidente del Frente de TODOS, Alberto Fernández, en el debate del 12 de octubre, y que en el ámbito malvinero fue festejado, pero la sorpresa continuó.

Foradori-Duncan

En estos días Infobae publicó una nota titulada “Si llega al poder, Alberto Fernández revisará todos los acuerdos con Gran Bretaña por Malvinas y hay mucha preocupación en Londres” (1). Lo que sería una excelente noticia para la soberanía de nuestro país para el portal de noticias es mas importante resaltar la preocupación que este anuncio generó en la capital británica. De este hecho podemos realizar dos lecturas: en primer lugar, es muy positivo que los usurpadores estén preocupados; y, en segundo lugar, que la nota se perfila en defensa de los intereses de la corona.

Uno de los temas que se plantea en la nota es que se revisarán todos los (mal llamados) “acuerdos”. Es importante señalar que muchos fueron en carácter de “declaración conjunta”, entre ellos el del 19 de octubre de 1989 y el del 14 y 15 de febrero de 1990, conocidos como “Acuerdo de Madrid”. Infobae señala que dos asesores de Fernández le confirmaron: “Es hora de que haya una revisión de todo. Ya pasaron 30 años del acuerdo de Madrid y no hemos avanzado nada”. Otra noticia para festejar.

El portal web dice en su nota que “el Tratado de Madrid se logró tras arduas negociaciones llevadas adelante por el entonces embajador argentino Lucio García del Solar y Crispin Tickell, por la parte británica. En ese acuerdo, el Reino Unido se mostró dispuesto a hacer una reducción de la zona de exclusión de las islas; se planteaba mejorar la cooperación en todos los asuntos del Atlántico Sur de interés recíproco en relación al comercio, la pesca, la navegación e hidrocarburos. Y se puso bajo un paraguas el debate de la soberanía”. Aquí hay varios puntos para desmentir.

“El Tratado de Madrid se logró tras arduas negociaciones”, en la página web de la Real Academia española dice:

arduo, dua.

Del lat. arduus.

1. adj. Muy difícil.

2. adj. Dicho de un terreno: Áspero y fragoso.

Y nos vamos a 1989 y 1990 para entender qué tan difícil fueron esas negociaciones. El 8 de julio de 1989, asume como presidente Carlos Saúl Menem y, al poco tiempo, se inician los contactos con los británicos. La rendición de Malvinas comenzó con una reunión secreta entre el embajador Lucio García del Solar con su par británico Crispin Tickell, en agosto de 1989 en Nueva York. Dicha reunión fue grabada por la inteligencia argentina y el periodista Oscar Raúl Cardoso publicó parte de aquella grabación el 29 de marzo de 1992 en Clarín.

En aquellas reuniones de agosto de 1989 se comenzaba a trabajar para las próximas que se llevarían a cabo en octubre del mismo año, donde se emitiría el primer “comunicado conjunto”. En la conversación publicada se ve la importancia que tenía para el argentino restablecer relaciones con los británicos, la fórmula del paraguas de soberanía y dónde se realizaría la primera reunión. Lo que vamos a rescatar de aquella conversación es el tema de la pesca, donde ya se puede ver la importancia para los ingleses. Así fue la conversación entre los embajadores.

Luego de proponer distintos lugares para la realización de la primera reunión oficial, el Embajador británico Crispin Tickell expresó:

“Paraguas. Naturalmente es indispensable tener un acuerdo sobre él. La Argentina no debería tratar de introducir la cuestión de la soberanía. El gobierno británico querría reafirmar su comprensión de que temas de soberanía y jurisdicción marítima serán cubiertos por un paraguas y por lo tanto no serán tratados durante las conversaciones.

Lucio García del Solar:

No vemos problemas con las enmiendas británicas. Además a la Argentina le gustaría añadir la expresión “terceras personas en el párrafo después de Reino Unido”.

El diálogo continuó:

Crispin Tickell:

La delegación consultará a Londres. Sería importante saber las razones para la propuesta.

Lucio García del Solar:

Está destinada a asegurar que las actividades de terceras personas en el área no afecten la cuestión de la soberanía. Nos permitirá no tener la necesidad de desafiar a terceras personas.

Crispin Tickell:

La delegación puede ver con simpatía esos argumentos. Ahora nos gustaría referirnos al segundo tema filosófico. Se relaciona con las actividades pesqueras y los FICZ (N. de la R.: Zona Exclusiva de Pesca de las Malvinas.)

Estamos tratando de proceder en el entendimiento de que las discusiones de las zonas pesqueras la Argentina trabajará sobre la base de que el FICZ existe y aceptará hablar sobre temas prácticos y que, si no públicamente, en la práctica, la Argentina no lo cuestionará. Argentina debería reconocer su existencia, esta palabra, existencia, está subrayada, del mismo modo que el Reino Unido reconoce la existencia de la zona económica argentina enfrente de las Islas Falkland”.

Importante resaltar o “subrayar” como Tickell lleva la conversación sobre el tema pesca, pero en especial el interés inglés sobre el reconocimiento de una zona de pesca.

Veamos la respuesta argentina.

Lucio García del Solar:

La comparación no es válida. La ZE (zona económica) argentina está apoyada por la internacional. Es legal. Nadie la cuestiona, ni siquiera el RU. El FICZ es diferente. Es una creación de Gran Bretaña en un territorio en disputa. Existe de facto y no de jure. No está aceptado por la Argentina. Nunca será legitimado explícita o implícitamente por nosotros.

Crispin Tickell:

Muy bien. Quizá la imagen que usamos no es la mejor. Digamos que todo lo que pedimos es que la Argentina reconozca que en el presente existe, en la práctica, un FICZ. No le pedimos al gobierno argentino que diga nada en público. Simplemente le pedimos que deje que sigan las cosas.

El inglés mostró la carta, ahí está todo lo que querían “que las cosas sigan igual”, ellos habían comenzado con la explotación de los recursos ictícolas y estas ganancias no se podían perder, por ello son de suma importancia para mantener la colonia. El representante argentino no se dio ni por aludido al reclamo inglés. La conversación continúa y el embajador García del Solar plantea cuáles eran sus prioridades, vamos directo a ese momento.

Lucio García del Solar:

La reunión de alto nivel debería entonces pasar a la adopción formal del paraguas. Esto debería ser seguido por la reanudación de las relaciones diplomáticas simultáneamente con el retiro de la zona de protección y la declaración formal de la Argentina del cese de hostilidades, estas son las secuelas principales, los remanentes de la guerra de 1982. Terminar con esto debería ser prioridad uno.

Enfatizamos la necesidad de resolver los problemas que traen los remanentes de la guerra. El levantamiento de la zona de protección es esencial, la Argentina no está pidiendo el levantamiento del FICZ; la zona de protección es anacrónica. Su eliminación es esencial para el cese de hostilidades.

Garcia del Solar, en nombre de Argentina, decía que “no pedía el levantamiento del FICZ”, sólo pedía el levantamiento de la zona de protección, y para esto el embajador argentino garantizaba que los ingleses continuarían sin ningún problema con la pesca en el Atlántico Sur. En esos días, en Nueva York, se habían impuesto las condiciones para lo que sería el primer acuerdo. A esta primera reunión le continuarían otras conversaciones donde se establecen los temas y el orden a tratar, además se definió que el encuentro sería en Madrid, España.

Llegaría la firma del “Acuerdo de Madrid” (declaración conjunta). En una entrevista que le realizamos en Malvinas Causa Central al Dr. Julio González, autor de “Los tratados de paz por la guerra de Malvinas”, nos contó cómo fue la firma: “el ministerio de asuntos exteriores de España, el Ministro de Relaciones Exteriores del gobierno español recibió a la delegación argentina e instantes después recibió a la delegación británica. El ministro de relaciones de España hizo las presentaciones protocolares y a continuación procedió un miembro de la delegación británica a abrir dos grandes carpetas una con el texto en castellano y otra con el texto en inglés, señaló el representante británico el contenido de las carpetas leyendo a toda prisa los títulos, indicó al representante argentino a que firmara en tal lugar y en tal otro en la otra carpeta en inglés acto seguido invitó al representante de Gran Bretaña a hacer lo propio a firmar primero en el texto en inglés y luego el texto en castellano. Y manifestó el funcionario con toda tranquilidad ‘señores, la paz está firmada el acto ha concluido’”

(Imágen Alberto Fernández)

El presidente de la confederación de Combatientes de Malvinas de la República Argentina, Rubén Rada y el candidato a presidente Alberto Fernandez

Que el candidato Alberto Fernández ponga en consideración el análisis de los acuerdos con los británicos es una excelente noticia para los/as argentinos/as, esos acuerdos cumplen 30 años y el único beneficiado fue el usurpador, quien desde entonces no sólo encontró en el Atlántico Sur un gran negocio a través de las licitaciones pesqueras, sino que además avanza con la exploración de hidrocarburos y está cerca de la explotación, algo que sería una ganancia descomunal. Los ingleses instalaron una base militar que es una amenaza para Sudamérica y para el sur del continente africano. Desde Malvinas quieren imponerse sobre la Antártida Argentina, en el museo que instalaron en Puerto Argentino (capital de Malvinas) no se ponen colorados y nos advierten que el continente blanco es el siguiente paso:

(Imágen Museo Británico)

Museo británico en Malvinas

Excelente noticia que se revean estos acuerdos, ya que no sólo hay que revisarlos y conocer sus consecuencias, sino que además se debe iniciar una fuerte política de presencia en el mar arge,ntino, ya sea para pescar, también para patrullar y conocer qué pasa. Los países que quieran pescar en el Atlántico Sur no le deben comprar licencias al usurpador, no deben pescar en una zona en disputa, deben comprar la licencia a nuestro país y pescar en zona que no esté en disputa, además de esta manera podremos cuidar y controlar la pesca. Celebramos las palabras de Fernández en el debate y nos alegra en que sean revisados los acuerdos, y lo que mayor confianza nos da es que se hable de “preocupación en Londres”.

(1) “Si llega al poder, Alberto Fernández revisará todos los acuerdos con Gran Bretaña por Malvinas y hay mucha preocupación en Londres”

Fuente: Megáfon UNLa

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