A 155 AÑOS DE LA FIRMA DEL INFAME TRATADO DE LA TRIPLE ALIANZA CONTRA EL PARAGUAY

Al término de la nota se encuentra el enlace al libro «La Guerra del Paraguay y las Montoneras Argentinas» de José María Rosa y películas recomendadas.

«Un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla.» Confucio

El 1° de mayo de 1865 el imperio de Brasil (Pedro II), la reciente República ensangrentada de Argentina (Mitre) y el nuevo gobierno dictatorial de Uruguay (Flores) firmaron en secreto el Tratado de la Triple Alianza, en el que se fijaban los objetivos de la guerra y las condiciones de rendición que se le impondrían al Paraguay (Solano López). Los resultados fueron de dimensiones genocidas: medio millón de muertos, la población guaraní casi exterminada.

El conflicto se desencadenó, cuando el mariscal Francisco Solano López, presidente paraguayo, decidió acudir en ayuda del gobierno de tendencia federal ejercido por el Partido Blanco del Uruguay, en guerra civil contra el Partido Colorado, apoyado éste militarmente por el Brasil. López advirtió a los gobiernos de Brasil y la Argentina que consideraría cualquier agresión al Uruguay «como atentatorio del equilibrio de los Estados del Plata». A pesar de esto, las tropas del imperio del brasil invadieron territorio uruguayo en octubre de 1864, forzando a López a enviar ayuda a Uruguay a través de territorio argentino. Mitre, neutral en los papeles, tomó el hecho como una declaración de guerra.

La guerra fue promovida secretamente por el imperio británico, que se benefició realizando grandes empréstitos, vendiendo armas a las tres naciones y, especialmente, «abrió» a Paraguay al mundo abandonando el proteccionismo económico. El objetivo principal era destruir el modelo autónomo de desarrollo paraguayo que «amenazaba» expandir sus ideas liberadoras a otras naciones del continente: «Bajo los gobiernos de Carlos Antonio López y su hijo, Francisco Solano López, [Paraguay] construyó astilleros, fábricas metalúrgicas, ferrocarriles, líneas telegráficas y numerosas escuelas. La mayor parte de las tierras pertenecía al Estado, que ejercía además una especie de monopolio de la comercialización en el exterior de sus dos principales productos: la yerba y el tabaco, eran llamadas las “Estancias de la Patria”. Paraguay era la única nación de América Latina que no tenía deuda externa porque le bastaban sus recursos.»

Guerra infame contra el Paraguay:

La participación argentina en la guerra respondía también al interés del gobierno en imposibilitar una posible alianza entre las provincias litorales y el Paraguay. La impopularidad de la guerra, sumada a la histórica hegemonía porteña, provocó levantamientos en Mendoza, San Juan, La Rioja y San Luis. El caudillo catamarqueño Felipe Varela lanzó una proclama llamando a la rebelión y a no participar en una guerra fratricida manifestando que «ser porteño es ser ciudadano exclusivista y ser provinciano es ser mendigo sin Patria, sin libertad, sin derechos. Esta es la política del gobierno de Mitre. Soldados Federales, nuestro programa es la práctica estricta de la Constitución jurada, el orden común, la amistad con el Paraguay y la unión con las demás repúblicas americanas».

«Unidos seremos inconquistables. Separados, indefendibles» Gral. Juan Perón:

La oposición a la guerra se manifestaba de las maneras más diversas, entre ellas, la actitud de los trabajadores correntinos, que se negaron a construir embarcaciones para las tropas aliadas y en la prédica de pensadores que apoyaban al Paraguay, como Juan Bautista Alberdi y José Hernández, el autor del Martín Fierro.

Para los paraguayos, la guerra era una causa de defensa nacional: Todo el pueblo participaba activamente y, como Solano López, no se rendía ante ninguna situación. En cambio, los soldados argentinos, brasileros y uruguayos peleaban por dinero o por obligación. Esto llevó a los paraguayos a concretar verdaderas hazañas militares, como el triunfo de Curupaytí, en el que, contando con un armamento claramente inferior, tuvieron sólo 50 muertos frente a los 9 mil de los aliados, entre ellos Dominguito, el hijo de Domingo F. Sarmiento.

La guerra finalizó durante el gobierno de Sarmiento. Le costó a Argentina más de 500 millones de pesos, 50 mil muertos y benefició, en el plano interno, a grandes comerciantes y ganaderos. Además, el regreso de las tropas trajo a Buenos Aires, en 1871, una terrible epidemia de fiebre amarilla contraída por los soldados en la guerra. La peste dejó un saldo de 13 mil muertos e hizo emigrar a las familias oligárquicas hacia el norte de la ciudad, abandonando sus amplias casonas de la zona sur. Poco antes de comenzar la guerra, Mitre arengaba: «En veinticuatro horas en los cuarteles, en quince días en campaña, en tres meses en la Asunción», este resultó ser un pronóstico demasiado optimista sobre la duración de la guerra, que finalizó en 1871.

Francisco Solano López fue fusilado, Paraguay quedó literalmente arrasado, con perdidas territoriales, la mayoría de su población caída en combate y la población masculina reducida en un gran porcentaje. Las secuelas pueden obsevarse hasta el día de hoy, por acción bélica, el hambre, estrés y pestes dejaron al Paraguay en ruinas. En lo económico, el ferrocarril nacional y las nacientes industrias fueron destruidos o intervenidos por las compañías británicas. Sumado a esto, Paraguay pasó a endeudarse por primera vez con empréstito de los bancos británicos. «El propio Conde D’Eu supervisó la destrucción pieza por pieza de la fundición de Ibicuy, que fue posteriormente incendiada e inundada. La producción agrícola fue puesta bajo su control a través de empresarios brasileños y fuerzas militares brasileñas, financiadas por éstos y por los inversionistas ingleses. Esta guerra condicionó en forma permanente el desarrollo ulterior de Paraguay y lo signó, hasta la actualidad, bajo la égida de Gran Bretaña y Estados Unidos».


Recomendamos la lectura del libro «La Guerra del Paraguay y las Montoneras Argentinas» de José María Rosa. El mismo puede descargarse desde nuestra Biblioteca Digital

Contra Paraguay (2013) 75min. Argentina. Director: Federico Sosa

Sinopsis: En el siglo XIX aconteció un hecho poco conocido para la importancia que tuvo: la guerra más grande de Sudamérica, en la que hubo cuatro países involucrados ¿Cómo entender esta guerra de la que se sabe poco y nada? ¿Fue una guerra entre países? ¿Se aliaron la Argentina, Brasil y Uruguay en contra del Paraguay? ¿Por qué se la llama de tantas formas distintas? La guerra del Paraguay. La de la triple alianza. La guerra del 70. ¿Cómo nombrarla, cuando el hacerlo implica ya una toma de posición? Los resultados: medio millón de muertos y casi el exterminio de la población guaraní.

En venta en Capital Federal en Solo Cine
Horarios: 10 a 20 30 hs de Lunes a Sábado
Dirección: Rodríguez Peña 402 esq. Av. Corrientes
solocine1@gmail.com – Teléfono: 4375-0855

Por último, compartimos a continuación la serie documental Guerra Guasú, realizada TV Pública.

Cuatro capítulos de una hora de duración, que busca interrumpir largos años de silencio en la producción cultural argentina a propósito de la guerra más importante que vivió América Latina y que liquidó al Paraguay del siglo XIX, la experiencia política y social más igualitaria y celosa de su soberanía que quedaba en pie en la región.

Fuentes: Barrilete Cósmico, El Historiador. El libro y las películas mencionadas.

2 comentarios

  1. Sócrates dijo, el pobre no puede darse el lujo de ser ignorante, tal vez todo un pueblo no puede darse ese lujo, gracias por informarnos

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