López, Atilio (1930 – 1974) – Biografía

ATILIO HIPÓLITO LÓPEZ (1930 – 1974)

Nace en Córdoba, en 1930. Su segundo nombre hace presumir que proviene de una familia radical. Desde muy joven, milita sindicalmente, en el gremio del transporte. En 1952, egresa de la Escuela Sindical de la CGT. Poco después, pasa a desempeñarse como delegado de la Comisión Administrativa del Transporte Automotor (cata), puesto en el que se encuentra al producirse el golpe militar del 16 de setiembre de 1955. Sufre entonces su primera prisión y no bien recupera la libertad, se suma a “la resistencia peronista”, brindándose entero en la lucha contra los usurpadores. Después de la disolución de la CATA –obra del interventor federal Rogelio Nores- redobla sus esfuerzos junto a otros compañeros para reorganizar el gremio.

En 1969, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) ya es uno de los gremios más combativos de Córdoba y como tal participa en el “Cordobazo”, con Atilio a la cabeza. Dos años después, también tiene una decidida intervención en “el viborazo”, que concluye con el gobierno reaccionario de José Camilo Uriburu, en Córdoba.

Muy querido por sus compañeros –para ellos, “El Negro”- interviene en 1971 en la unificación de la CGT local y el designado secretario general, llevando a Agustín Tosco, como adjunto.

En las elecciones del 11 de marzo de 1973, el peronismo cordobés levanta la fórmula Ricardo Obregón Cano-Atilio López que, en segunda vuelta, derrota, el 15 de abril de 1972, a la fórmula radical Víctor Martínez-Felipe Celli. Integra así, jugando un rol importante, la oleada popular que pone término a la dictadura militar.

Alineado junto a los sectores más combativos de la izquierda peronista, recibe la crítica de la derecha del movimiento. El enfrentamiento se agudiza durante 1973 y hace crisis a principios de 1974. El 27 de febrero de ese año se insubordina el teniente coronel Antonio Domingo Navarro, jefe de la policía cordobesa, y logra apresar a Obregón Cano y a López. El gobierno nacional no repone a las autoridades derrocadas, sino que envía la intervención a la provincia, poniendo así fin a la experiencia de López como vicegobernador.

En los meses siguientes, dado que continúa recibiendo apoyo de los sectores gremiales combativos, especialmente de la UTA, el lopezrreguismo lo tiene en la mira, considerándolo uno de sus enemigos más peligrosos.

A mediados de setiembre de 1974, López viaja a Buenos Aires y se hospeda en el hotel “El Aldeano”. El día 16, es secuestrado, junto a su asesor, activo militante del gremio, Juan José “el gordo” Varas, por un grupo comando de las Tres A. Los cuerpos sin vida de ambos son encontrados, poco después, en Capilla del Señor, Provincia de Buenos Aires.

Tenía 44 años y por esas ironías de la historia, lo asesinaron un 16 de setiembre. Lo recuerdan aún hoy sus compañeros y los sectores combativos de Córdoba, pero, en cambio, aquellos que sostienen que “todos los gremialistas son ladrones” no conocen de su honestidad, de su solidaridad y de su trayectoria, en permanente lucha y en defensa de sus compañeros y de su patria.

Fuente: NORBERTO GALASSO – LOS MALDITOS – VOLUMEN I – PAGINA 107. Ediciones Madres de Plaza de Mayo