LOS ENORMES RIESGOS DE PAGARLE A LOS BUITRES Y LA HISTORIA DEL PRIMER EMPRÉSTITO ARGENTINO

FORJA Scalabrini Ortiz - Historia del Primer Empréstito Argentino - Buitres o Argentina
Vamos directo al grano: los costos de arreglar con los fondos buitres pueden ser muchísimo más altos que la emisión de 20.000 millones de dólares de emisión de deuda que planea el Gobierno para pagar a la mayor parte de los holdouts que demandan el cobro pleno de una deuda externa argentina con numerosas pruebas sobre su ilegitimidad (este último tema merece nota aparte). Y todo con el pretexto de volver al endeudamiento feroz que, como explicará Scalabrini Ortiz, es una estrategia de las potencias con objetivo de poner de rodillas, en este caso, a la Argentina.

En la segunda parte del artículo se transcriben fragmentos del Cuaderno de FORJA «La Historia del Primer Empréstito Argentino», escrito en 1939 por Scalabrini Ortiz, que cómodamente podrían estar describiendo la estafa al Pueblo que el actual Gobierno desea consumar…

La derogación de las leyes «Cerrojo» y «Pago Soberano» y el posterior pago a los buitres, puede desencadenar el reclamo del 92% por ciento de los acreedores que entraron en los canjes de los gobiernos de Nestor Kirchner y Cristina Fernández a través de la exigencia de igual trato entre tenedores de bonos. Las presentaciones judiciales tendrían base en el pago del Gobierno a los buitres que, según el preacuerdo, les asegura hasta un 1260% de ganancias. Un juez como Griesa dará luz verde al reclamo reconociendo igualdad de condiciones y el Poder Ejecutivo, obediente a los intereses extranjeros, no opondrá resistencia. Así, el monto de la deuda externa se multiplicaría enormemente, se calcula que podría aumentar entre 430.000 y 520.000 millones de dólares según plazos y tasas de interés.

Una señal de que esto es el enojo de los bonistas italianos que adhirieron en 2005 a la reestructuración de la deuda expresado por su representante, Tullio Zembo, quien afirmó que «la bronca es porque puede suceder que los que litigan en Nueva York vayan a recibir el 100%, y los que entraron al canje se tengan que conformar con el 35%». Esperan en la puerta de los tribunales…

En el Congreso, los legisladores que quieran seguirse llamando argentinos tienen el deber de imposibilitar el quórum que permitirá la derogación de las leyes «Cerrojo» y «Pago Soberano«, las cuales impiden la realización de esta nueva estafa.

Es imperioso trabar la sanción de las leyes que atentan contra la soberanía mediante la mencionada herramienta legislativa, usada por todos los partidos con representación parlamentaria en diferentes momentos históricos, y otros instrumentos como la denuncia penal por traición a la Patria presentada por la Asociación Americana de Juristas. La organización y la movilización popular serán claves para enfrentar tanto esta como las futuras medidas de un Gobierno que ejecuta la reedición de los planes de destrucción de la economía nacional.

Finalmente, como se mencionó, el Gobierno quiere hacer el pago a los fondos buitres mediante nueva emisión de deuda. El objetivo declarado es volver al mercado de capitales, es decir, tomar aún más deuda, condenando a las futuras generaciones argentinas a pagar una estafa descomunal.

EL PRIMER EMPRÉSTITO ARGENTINO

La deuda externa argentina comenzó en 1824, con apenas ocho años de independencia política, con el empréstito de 1 millón de libras esterlinas contraído con la banca Baring Brothers de Inglaterra. Las investigaciones dicen que algo más de 500 mil libras es lo que tendría que haber llegado al Rio de la Plata en oro contante y sonante, pero esa suma nunca llegó. Raúl Scalabrini Ortiz sostiene que fueron recibidas unas 140 mil libras esterlinas, casi 120 mil en letras, los míseros 20 mil en oro. El forjista afirma que el empréstito fue un desbloqueo a las utilidades de los comerciantes británicos en la ciudad-puerto.

Tristemente debemos decir con pesar que el primer empréstito es “moco de pavo” (en palabras de Juan Godoy) con lo que vino más tarde, especialmente durante la última dictadura cívico-militar y la segunda década infame, períodos que el PRO ansía emular económicamente.

A continuación transcribimos fragmentos del Cuaderno de FORJA “La Historia del Primer Empréstito Argentino” en los que Scalabrini Ortiz, haciendo las salvedades necesarias y cambiando actores, describen el acuerdo con los fondos buitres y el inminente endeudamiento en caso de llevarse a cabo la derogación de las mencionadas leyes “Cerrojo” y “Pago Soberano”:

“Aquí una vez más, enfrentados al problema de formar una comunidad consciente, defensiva de la soberanía, de la dignidad y de la subsistencia de la nacionalidad argentina. Frente al desencadenamiento de frases engañosas como espejismo, frente a las doctrinas alucinantes que atraen a los incautos con la seguridad con que el cebo lleva al cepo al ser irracional, ya no nos van quedando, a nosotros, argentinos, más que dos puntos de apoyo que son y deben ser inconmovibles: el terreno de los hechos concretos y la absoluta certeza de que nuestro sentimiento nace directamente de la necesidad defensiva de la soberanía, la dignidad y la necesidad del pueblo argentino, que es quizá el pueblo más desposeído desampararlo y traicionado de la tierra, pero que posiblemente también, el más repleto de posibilidades creadoras, el más fecundo en certidumbres espirituales venideras.”

“Vamos a demostrar fehacientemente que el primer empréstito argentino no fue más que un empréstito de desbloqueo, un modo llc transportar en forma permanente las ganancias logradas por los comerciantes ingleses en las orillas del Río de la Plata. Es decir, que ese primer empréstito representa una riqueza que se llevó de la Argentina a Inglaterra, no una riqueza inglesa que se trajo a la Argentina. Esta es la interpretación más favorable a Inglaterra que se puede enhebrar entre los hechos comprobables. La más desfavorable colinda con la brutal denominación de coacción y aún un ele estafa internacional.”

“Todos los imperios de la tierra se han afirmado en la guerra. Avasallando pueblos más débiles para someterlos a tributo de riquezas, de productos, de trabajo. El imperio británico usará métodos nuevos en el transcurso del siglo XIX. Conseguirá tributos de riquezas, de productos, de trabajo, merced a la habilidad. Sólo usará la fuerza para destruir unidades muy resistentes o conductores muy precavidos. Y aun en esos casos, usará de preferencia la fuerza de los otros, la fuerza de los pueblos circunvecinos, las fuerzas internas de los mismos pueblos, donde hay siempre descontentos y ambiciosos. La primer arma de la dominación económica es el empréstito. La segunda el dominio de las vías marítimas y comerciales. En ambas Inglaterra descuella. Por su inteligencia, su disciplina y su seguridad de acción en un caso. Por su imbatible escuadra en el otro. Y por eso el siglo XIX es el siglo d’e la Gran Bretaña. Y ahora ya vamos estando en condiciones de reducir el perímetro de nuestra visión para escudriñar los detalles de las operaciones.”
“A cambio de la ilusión de un puerto, de pueblos y de corrientes, la obligación de enfeudarse al extranjero, inexcusablemente, por imperativo legal. De más está decir que ni se construyó el puerto, ni se fundaron los pueblos, ni se surtió de aguas corrientes a la población. Se suele afirmar en los textos que la guerra con Brasil impidió esos trabajos al consumir los fondos en armas. (…) eso falso y que los fondos fueron tan ilusorios como el puerto, los pueblos y el agua corriente.

La discusión a que dió lugar en la legislatura la ley del 28 de noviembre es en escala reducida exactamente igual a la discusión de todas las leyes beneficiosas para los intereses ingleses. (…) De un lado están los hombres honrados, que presienten más que saben que 1a ley es nociva para la a alud nacional. Argumentan con franqueza y pobremente sin alcanzar a asir el punto esencial de la materia. Del otro, los dialécticos diestros en la mentira, en la afirmación inconsistente pero rotunda, que están seguros de contar con la aprobación de la mayoría. parlamentaria. Son los tribunos venales que Inglaterra selecciona con minuciosa dedicación. En 1822 estaban Gazcón, y Passo. Del otro Lezica, Agüero, Valentín Gómez y el Ministro de hacienda, doctor Manuel J. García, el más incondicional servidor que ha tenido Inglaterra entre nosotros, el «perfecto caballero británico», según la descripción de Lord Ponsonby.”

“El prometido aluvión de oro fué tan falso como el puerto, los pueblos y el agua corriente.

El único resultado visible y comprobable del empréstito fué el de detener el desarrollo de los pueblos, que es posiblemente el objetivo primordial de la diplomacia inglesa: detener el progreso de los pueblos, por lo menos mientras ese progreso no está bajo el control británico y sirve a su grandeza imperial.”

“Replanteemos la situación económica y financiera de las Provincias Unidas para destacar cuán superfluo fué el endeudamiento (…) de 1822 y demostrar, de esta manera, que el empréstito fué concertado exclusivamente por sumisión
a la voluntad británica de sojuzgamiento. De 1810 a 1818 los comerciantes ingleses extrajeron más de diez millones de dólares en oro metálico, según el cónsul (…) y en 1822 aun continuaba exportándose el oro en cantidades apreciables. En 1822 se embarcó para Inglaterra oro y plata por valor de $f 258.814… y la succión continuó sin solución de continuidad. (…) Si el oro y la plata eran indispensables para la vida económica interna, ¿no era política aduanera ineludible la de prohibir su exportación, como lo hizo Mariano Moreno en los primeros meses de la revolución? ¿Por qué empeñarse con el extranjero para recuperar parte de la riqueza que anualmente se extrae de aquí mismo? ¿No es éste un absurdo que revela que aquellos conductores obraban animados por inspiraciones distintas de las que provienen de una sana apreciación del bien público?

Financieramente, tampoco se justificaba el empréstito. Las rentas cubrían las necesidades y dejaban superávits algo más que apreciables (…)”

“Era éste, pues, un país prospero que se hipotecaba voluntariamente, traicionado por la dialéctica algo más que sospechosa de sus dirigentes.”

“El asunto va tomando una fisonomía peligrosa. Darle carta blanca a un inglés en asunto de negocio, es como darle carta blanca al demonio en asuntos espirituales.

El 19 de julio de 1824, ante el escribano R. Newton, los señores Parish Robertson y Castro firman el bono general del primer empréstito argentino, cuya colocación en el público ha sido convenida con los banqueros londinenses Baring Brothers.”

“La historia de este empréstito toma así un notable parecido con esos cuentos mediante los cuales los estafadores hábiles escamotean sus ahorros a las personas ingenuas que dan fe a sus afirmaciones.”

“¿Habrá sido el empréstito de 1824 e1 precio pagado por el gobierno de Buenos Aires para obtener el reconocimiento de la independencia por Gran Bretaña, implícito en el Tratado de Paz y de Amistad firmado el 2 de febrero de 1825, poco después de la concertación del empréstito, y toda la operación restante que hemos resumido. el disimulo de tan cínico trato? Los cónsules norteamericanos de aquella época manifiestan su asombro porque dicho Tratado no estipula ninguna concesión especial al comercio inglés. ¿La concertación del empréstito habrá sido exigida en un tratado secreto, previo al tratado público? El estado argentino iniciaba, así, su marcha hipotecado por Gran Bretaña.
Es interesante informar cómo este empréstito fue empleado de inmediato como un instrumento psicológico favorable a todas las pretensiones inglesas (…)”

“(…) el empréstito de 1824 era un arma eficaz para ultimar las industrias del interior.

Otra notable utilización de este empréstito ocurrió en 1828. La guerra con el Brasil dejó en poder del gobierno algunas flotillas de barcos mercantes armados especialmente, que podían desarmarse y destinarse al transporte de nuestros frutos a los mercados de ultramar. Las dos fragatas principales «Asia» y »Congreso», fueron entregadas a Inglaterra en pagos de servicios atrasados. Inglaterra impedía, de esta manera, desde el primer momento, que los argentinos tuvieran una flota mercante propia.”

“No es menos interesante hacer notar, aunque sea angustiosamente que la habilidad de don Juan de Rosas supo volver contra las pretensiones inglesas el arma del empréstito, interesando a los tenedores de bonos y banqueros ingleses en el levantamiento del bloqueo establecido en el Río de la Plata por la flota de Gran Bretaña. El detalle de esta maniobra genuinamente argentina nos llevaría muy lejos, pero en esta cadena de humillaciones es un pequeño punto luminoso, cuya perspectiva puede aclarar nuestro futuro.

Los servicios de este empréstito se cumplieron hasta el 1º de julio de 1827 y permanecieron suspendidos hasta 1857, con excepción de varias mensualidades pagadas por Rosas en los años 1846, 1850 y 1851 y que en total sumaron según las cuentas de Woodbine Parish $f43.965.”

“Me parece que en el transcurso de este estudio ha quedado comprobada la superfluidad de los motivos dados como pretextos para contraer el empréstito. Los 27 años que transcurrieron desde 1824 a 1852 en que el país vivió, progresó, sostuvo ejércitos en la Banda Oriental, resistió largos bloqueos y hasta combatió con Francia e Inglaterra, demuestran que el empréstito de 1824 no era necesario y que su concertación fué una maniobra coercitiva de la diplomacia inglesa.

Si el ejemplo de esos 27 años argentinos no fuera suficiente, la República del Paraguay nos ofrece otro modelo brillante. Bajo el gobierno de los López el Paraguay progresó. Construyó la primera línea férrea de Sud América. Erigió altos hornos y talleres metalúrgicos. Construyó astilleros y barcos de ultramar sin demandar un solo centavo al exterior. El primer empréstito paraguayo, por un millón de libras, se contrajo en Londres cuando el gobierno de lo López cayó en 1870 bajo la acción de las armas argentinas, brasileñas y uruguayas movilizadas en una acción fratricida por la intriga de la diplomacia inglesa. Del millón de libras contratadas en Londres en 1870 por el Paraguay tampoco llegó ni un centavo a esa república (…)”

“Queda, pues, sentado que el endeudamiento hacia Inglaterra una obra finísima de la extraordinaria inteligencia política británica. Nuestra sumisión comenzó allí. Estamos ciegos y encadenados aun sin perfilar en la sombra la individualidad de nuestro verdadero enemigo. Mas a pesar de la inminencia de horas que quizá sean extraordinariamente dolorosas, yo tengo una fe profunda en la juventud de mi tierra. La noche es más negra cuando está por dejar de ser de noche. Hay una reserva tan grande, hay un potencial de energías y pasiones tan contenido, que quizá no está lejano el día en que Buenos Aires, como en 1810, decida encabezar nuevamente la segunda y esta vez definitiva liberación americana. (…) yo extiendo el calor de una certeza en el porvenir de mi tierra y en el destino histórico de los argentinos.”

El “Cuaderno de FORJA N°8. La Historia del Primer Empréstito Argentino” de Scalabrini Ortiz se encuentra disponible para descargar en la Biblioteca Digital de La Baldrich.

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